Accedes a un espacio cualquiera. El salón de casa de un amigo, la sala de un museo, un restaurante o el hall de un hotel. Ninguno de ellos es un recinto grande, pero al cruzar el umbral, hay algo, no sabes el qué, que hace que te apetezca quedarte. Esa sensación que pasa inadvertida y que está ligada a los espacios está provocada por dos factores. Uno es la amplitud. El otro la luminosidad.
La amplitud no necesariamente tiene que ir aparejada a un recinto grande ni la luminosidad de una habitación es exclusivamente consecuencia de la luz directa. Si no se dan estas dos circunstancias, hay formas, pequeños trucos, que moldean al ojo y al cerebro para percibir el espacio de otra manera. Dentro de este juego de percepciones, la pintura es clave ya que tiene la habilidad de conseguir que una habitación se vea de una u otra forma completamente diferente según el color que seleccionemos.
Un espacio reducido, si se trata de la forma adecuada, puede acabar resultando más grande gracias a los colores que utilicemos en las paredes. Hay varias técnicas a las que podemos acudir para solucionar problemas de espacio. En primer lugar, utilizar tonalidades claras. Blancos, beige, piedras claros, cremas o rosas pastel producen un efecto visual de amplitud y además proporcionan luz. A mayor claridad y brillo de la pintura, mejor reflejará la luz natural, lo que puede ampliar la percepción espacial sustancialmente. Te recomendamos que elijas pinturas plásticas de acabado satinado para conseguir esta claridad y brillo en la pintura.
Podemos pintar del mismo tono que la pared alguno de los muebles de la estancia. De esta forma, se reduce el peso visual del conjunto. Al camuflar un mueble siguiendo esta técnica, el espacio se descomprime y se integra mejor en la habitación al llamar menos la atención. Para pintar estos muebles, en Tiendas Montó cuentas con la familia CREA Chalk Paint con una amplia carta de 15 colores.
Si una vez pintada la habitación, elegimos textiles del mismo color que las paredes, obtendremos calidez y holgura a la par. Además, emplear el mismo color en toda la estancia o en toda la vivienda genera también un efecto de amplitud.
Si lo que pretendemos es dar mayor sensación de altura a un techo, habrá que pintarlo del mismo tono que las paredes, o en un tono más claro que las mismas. Si no queremos utilizar el mismo tono, lo mejor sería optar por el blanco. En el caso de que queramos darle más profundidad a una habitación de pocos metros, podemos pintar la pared del fondo en un tono más oscuro que el resto de la estancia.
Colores claros y uniformidad cromática son los grandes aliados para obtener ese deseado efecto en el que ganarás metros cuadrados sin necesidad de realizar ninguna obra. Si todo depende del color del cristal con que se mira, en este caso, habrá que fijarse en el color con que se pinta y decora.